
Con esta versión de un clásico del blues como es el Mellow Down Easy de Willie Dixon, Cover by BEYOND THE BLUES como banda sonora de este artículo, os presento esta guía de inicio rápido basada en 15 puntos básicos para ayudarte con tu iniciación al excitante mundo de la armónica.
1. La armónica, lejos de lo que su nombre indica, no suena bien por sí sola. No le eches la culpa al instrumento. Aprende a refrenar tus instintos.
2. El instrumento dispone de dos ranuras longitudinales dispuestas en sendas caras, opuestas entre sí. Pero, esto es importante, ¡sólo suena por una de ellas!.
3. Si tras repetidos intentos de conseguir algún sonido esto no sucediera, intenta soplar por la ranura situada en la cara opuesta.
4. Una vez localizada la ranura correcta, observarás que está dividida en pequeñas celdas (usease, bujerillos). Al soplar, el aire pasa a través de estas celdas hacia unas láminas que son las que vibran, produciendo el sonido. Pues bien, no pienses en eso, pues no hará más que distraer tu atención del objetivo principal de tu empresa, con el riesgo añadido de producirte un estado de inquietud funcional.
5. La armónica no es un bocadillo. No intentes soplar como si fueras a darle un mordisco.
6. Al soplar procura que el aire salga por el menor número de celdas (recuerda, los bujerillos) posible. Ya, ya sé que si suenan varias parece que suena mejor, pero no siempre es así. Ergo hay que saber cuándo soplar por una o por varias simultáneamente.
7. En cualquier caso, no es preciso soplar como si te fuera la vida en ello. En tu caso, especialmente, simplemente procura que los dientes no salgan disparados y atasquen las celdas.
8. Es conveniente no soplar con un exceso de salivación. Huelga cualquier comentario al respecto.
9. Al soplar, es inevitable que haya cierta condensación en el interior de la armónica, en las celdas y en las láminas. Es conveniente golpear li-ge-ra-men-te la armónica sobre la palma de la mano, con las celdas hacia abajo, con el fin de que las gotas no se queden en su interior.
10. No intentes realizar la operación anterior (punto 9) a la misma vez que soplas la armónica. Créeme, es literalmente imposible.
11. Por las razones indicadas anteriormente (ver puntos 7 al 9), no es conveniente compartir demasiado la armónica con los amigos, colegas, familia, el perro, etc.
12. Como es inevitable que algún colega peñazo se empeñe en mostrarte sus habilidades musicales, ten siempre preparada una armónica para tales ocasiones (puede valer la que venden por 1 euro en Mercachina). Cuanto peor suene tanto mejor, antes desistirá de su empeño en torturarte.
13. La armónica puede ser una buena compañía si sabes disfrutar de la suavidad (recuerda, ¡no soples fuerte!) y profundidad de su sonido, lo que no quiere decir que te vayas a tocas al sótano (aunque al principio puede ser una buena estrategia para mantener la buena vecindad).
14. El sonido en la armónica se produce de forma bidireccional, esto es, tanto al soplar como al inspirar. Procura no dormirte con la armónica puesta.
15. Al finalizar tu sesión repite siempre la operación indicada en el punto 9, utiliza un paño LIMPIO para secarla y guárdala en alguna funda.
De momento, para empezar creo que es suficiente. Cuando consigas dominar estas técnicas estarás en disposición de intentar conseguir algún sonido coherente del instrumento.
Una buena referencia puede ser observar el comportamiento de tu gato:
• Si se duerme, el sonido es soportable y suave.
• Si se va educadamente, el sonido no es de su agrado
• Si sale corriendo, el sonido espanta.
• Si se tapa las orejas, es inútil salir corriendo, no hay dios que lo aguante.
• Si se bufa (quiero decir que se eriza, no que se tire un pedo), … busca otro instrumento, la armónica no es el tuyo.
Con mis mejores deseos de éxito
JUAN BLAS BECERRA – CLASES DE ARMÓNICA
…………………………………
Información & Reservas:
Telf. & Whatsapp: +34 646 74 05 03
Via -e-mail: info@juanblasbecerra.com
Via Formulario Online: Pulsando aquí »»
Facebook: Fans Page Oficial
Twiter: Canal Oficial
Google +: Pagina Oficial